La pota, también conocida como calamar gigante, es un molusco marino que se encuentra en aguas profundas y es muy apreciado en la cocina por su sabor y textura. Sin embargo, a diferencia de otros mariscos, la pota puede resultar un poco dura si no se cocina de la manera correcta. En este artículo, te enseñaremos cómo cocinar la pota para que quede tierna y deliciosa.
Antes de empezar, es importante mencionar que existen diferentes métodos de cocción para la pota y cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas. Algunas personas prefieren hervirla, otras recomiendan marinarla previamente, mientras que otros dicen que es mejor cocinarla a la parrilla. A continuación, exploraremos los métodos más populares y te daremos algunos consejos para obtener los mejores resultados.
El primer paso para cocinar la pota tierna es asegurarte de comprar una de buena calidad y fresca. Los signos de frescura incluyen un olor fresco y salado, carne firme y piel brillante. Si es posible, elige una pota entera en lugar de los tentáculos cortados, ya que esto te permitirá tener un mayor control sobre la cocción.
Una vez que hayas seleccionado la pota, es importante limpiarla adecuadamente antes de cocinarla. Para hacerlo, simplemente retira la cabeza y las vísceras, así como los ojos y el pico, en el caso de que estén presentes. Luego, enjuaga bien la pota bajo agua fría para eliminar cualquier resto de suciedad.
Ahora que la pota está limpia, puedes pasar a elegir el método de cocción que prefieras. A continuación, te presentaremos tres opciones: hervir, marinar y asar a la parrilla.
1. Hervir: Este método es muy popular ya que es rápido y sencillo. Para hervir la pota, primero llena una olla grande con agua y llévala a ebullición. Luego, sumerge la pota en el agua hirviendo y cocina durante aproximadamente 1-2 minutos por cada 500 gramos de calamar. Si prefieres una textura más tierna, cocina durante un poco más de tiempo. Sin embargo, ten cuidado de no cocinarla en exceso, ya que se volverá gomosa y perderá su sabor. Una vez cocida, retira la pota del agua y déjala reposar durante unos minutos antes de cortarla en rodajas y servirla.
2. Marinar: Este método requiere un poco más de tiempo y preparación, pero vale la pena el esfuerzo. Para marinar la pota, combina en un recipiente una mezcla de jugo de limón, aceite de oliva, ajo picado, sal y pimienta al gusto. Luego, agrega la pota y déjala marinar en el refrigerador durante al menos una hora, pero no más de cuatro horas. La acidez del limón ayudará a ablandar la carne y le dará un sabor delicioso. Una vez marinada, puedes cocinarla a la parrilla o asarla en el horno hasta que esté tierna y ligeramente dorada.
3. Asar a la parrilla: Para cocinar la pota en la parrilla, primero precalienta la misma a fuego medio-alto. Luego, corta la pota en rodajas gruesas y cúbrelo con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Coloca las rodajas de pota en la parrilla caliente y cocina durante unos 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén tiernas y ligeramente doradas. Asegúrate de no cocinarlas en exceso, ya que podrían volverse gomosas. Una vez que estén listas, retíralas de la parrilla y sírvelas de inmediato.
Independientemente del método de cocción que elijas, es importante recordar que la pota cocida puede encogerse hasta un tercio de su tamaño original, por lo que es mejor comprar una más grande de lo que crees que necesitas.
En conclusión, cocinar la pota para que quede tierna requiere algunos cuidados y técnicas específicas. Ya sea que decidas hervirla, marinarla o asarla a la parrilla, lo más importante es no cocinarla en exceso. Asegúrate de seguir los tiempos de cocción recomendados y déjala reposar antes de servirla. Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de una pota tierna y deliciosa en cada ocasión. ¡Buen provecho!